¿Qué no hacemos?
  1. Incluir en los grupos a más alumnos del número total con el que nos hemos comprometido.
  2. Mezclar en un mismo grupo alumnos de diferente nivel y grupo de edad, porque cada tipo de alumno requiere un aprendizaje diferente.
  3. Mezclar alumnos con diferentes programas y materiales en el mismo aula y horario, porque es imposible impartir buenas clases.
  4. Permitir a posibles nuevos alumnos la entrada en las clases a modo de prueba para no interferir en el ritmo de los grupos.
  5. Permitir recuperar clases perdidas por los alumnos en otros grupos del mismo nivel en defensa de los alumnos de esos grupos.
  6. Permitir recuperar clases perdidas por los alumnos en otros niveles diferentes al suyo, porque cada nivel tiene un programa.
  7. Permitir que los alumnos asistan a clase cuando quieran, sin un horario establecido, porque implicaría la convivencia de alumnos de diferentes necesidades académicas en un mismo aula.
  8. Permitir que los alumnos asistan a clase cuando quieran y sin un horario establecido, porque esto implicaría improvisar para adaptarnos a los alumnos que aparecieran cada día a clase.
  9. Permitir que los alumnos asistan a clase cuando quieran, sin un horario establecido, porque implicaría no poder definir los contenidos de los diferentes niveles, ni marcar objetivos concretos.
  10. Recuperar las clases que caigan en día festivo, porque los días no laborables también lo son legalmente para nuestros profesores.

 

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